jueves, 30 de septiembre de 2021

La pandemia ha complicado y multiplicado el trabajo en el SOJ

 


Bakar Ciáurriz, responsable del Servicio de Orientación Jurídica del Colegio de Abogados de Pamplona, impartió un taller de buenas prácticas, centrado en el trabajo que realiza el SOJ, en las VIII Jornadas de Juntas de Gobierno de los Colegios de la Abogacía, celebradas recientemente en Bilbao. En su intervención puso de manifiesto la efectividad del Servicio, que se traduce en la inmediatez de las designaciones, y cómo ha hecho frente a las dificultades impuestas por la pandemia, que han supuesto un aumento de las tareas que asume.

Bakar Ciáurriz explicó cómo funciona el Servicio de Orientación Jurídica (SOJ) y mediación extrajudicial que coordina. Destacó la “inmediatez” de las designaciones de profesionales, tanto de la abogacía como de la mediación, gracias a la coordinación alcanzada entre el SOJ, la Secretaría del Colegio y la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita, que tienen conexión directa entre ellos. Ciáurriz informó sobre la tramitación de las solicitudes y cuál es el procedimiento de designación, que aunque aparentemente no tiene mucha complicación sí requiere dar varios pasos hasta nombrar al letrado y, en su caso, al procurador.

Esa posibilidad de hacer las designaciones “casi en el momento” diferencia al MICAP de otros colegios. La ponente señaló que, cuando la persona de turno en el SOJ detecta que el asunto que plantea un ciudadano es urgente y con un plazo que no puede ser suspendido, tramitará el expediente automáticamente gracias a las herramientas telemáticas a su disposición y después se dirigirá a la Secretaría, situada en las propias dependencias del Colegio, para poner de manifiesto la urgencia del asunto, asumiendo incluso la responsabilidad de alertar al letrado de que le va a llegar una designación para un asunto que debe ser gestionado con rapidez, mientras el ciudadano sale de la sede colegial con el trámite iniciado y con un abogado ya asignado.

Según dijo Bakar Ciáurriz, “el hecho de que quienes atendemos el SOJ seamos letrados y no personal contratado por el colegio, como ocurre en otros, ayuda bastante a ese buen funcionamiento”. La atención es más efectiva porque pueden responder directamente a las consultas que planteen los ciudadanos, orientándoles, y están en disposición de determinar si necesitan o no la asistencia de un abogado así como otras cuestiones técnicas.  El SOJ dispone de un correo electrónico habilitado, lo que en la práctica supone que “estamos abiertos los 365 días del año”, y atiende de forma presencial, actualmente con cita previa debido a las medidas sanitarias adoptadas a raíz de la pandemia, y en cualquier momento si es un caso urgente, “de modo que atendemos a quienes contactan por el correo electrónico, a los que tienen cita, las urgencias, a quienes creen que lo suyo es urgente pero no lo es, en resumen, a todos”, comentó Ciáurriz.

Acceso limitado a la sede

Esas medidas sanitarias que limitan el acceso a la sede del MICAP ha complicado la gestión de los expedientes “porque cuando llegaban directamente al Colegio tenías una entrevista personal en la que veías qué documentación aportaba, la que le faltaba y podías hacerte una idea completa del asunto, digamos que el filtro era mucho mejor. Ahora pueden hacerlo por correo, sí, pero ahí entra todo, vienen incompletos, hay que insistir y el ciudadano pregunta una y otra vez… Pero esto es un colegio de abogados, no puedes desatender a esa persona y al final vas completando los trámites como puedes porque estamos dando un servicio a la ciudadanía”.

Además, el SOJ ha tenido que asumir trámites que antes correspondían al interesado, como las suspensiones, un formulario a presentar personalmente en el juzgado “pero no les dejaban entrar por la cuestión de los aforos y aunque se les ofrecía la cita previa estaba la cuestión de los plazos, así que a la vista del problema decidimos mandar nosotros las suspensiones desde el Colegio, vamos añadiendo tareas…”

Indicó que con la pandemia se ha producido un aumento de asuntos relacionados con multas por incumplimiento de la normativa de confinamientos y restricciones, así como los relativos a desahucios “que estaban suspendidos pero ha habido muchas más demandas por los desahucios en precario, expiración de plazos y otras causas que antes igual no se movían nada pero ahora sí”.

En definitiva, la gestión de los expedientes se ha hecho más engorrosa y ha obligado a reforzar el Servicio. Dos personas se dedican todas las tardes a atender los correos electrónicos, “ha habido días que han llegado 90, con sus correspondientes documentos que revisar para evitar errores, porque una vez que llegan al Colegio la responsabilidad es nuestra”. Pero no todo es negativo, el sistema de cita previa ha ordenado el trabajo evitando aglomeraciones, por lo que es probable que se mantenga porque apenas genera demora, se atiende en el plazo de una semana, y las urgencias son tramitadas en cualquier caso sin necesidad de guardar ese turno.

 

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