“Hay
quejas, pero en unos porcentajes ínfimos comparados con todo el trabajo
satisfactorio que realizamos los abogados”, según dijo el vicedecano y
presidente de la Comisión de Deontología del M.I. Colegio de Abogados de
Pamplona, Fernando Azagra, en la charla que ofreció para informar a los
colegiados de los cambios introducidos en el Código Deontológico de la
profesión desde el pasado mes de mayo. El ponente fue presentado por la
diputada de la Junta de Gobierno Beatriz de Pablo, y del interés que despertó
la ponencia da muestra el hecho de que la sala de conferencias del MICAP se
llenara, con más de 150 asistentes, para escuchar al vicedecano.
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Beatriz de Pablo y Fernando Azagra, durante la sesión informativa. |
El anterior Código Dentológico fue aprobado en 2002, hace 17 años, y los cambios sociales y tecnológicos que desde entonces se han sucedido hacían aconsejable su actualización, indicó Fernando Azagra, quien lo definió como “una normativa profesional de un rango más bien administrativo aunque muy vinculada a los valores éticos. Es algo interno, muy profesional, son unas normas de ordenación del trabajo propio del abogado y vinculadas a cuestiones como el secreto profesional, las relaciones entre abogados y con los clientes”.
El
ponente se centró en las novedades más llamativas y en las que con más frecuencia
manejan los abogados, y destacó la referida al contenido de la información que
debe darse a un cliente, “donde el Código da un giro, básicamente es muy
parecido a lo anterior en sus fundamentos pero ha introducido algunos cambios
siguiendo el ritmo de los tiempos, la información contractual que se da a los
consumidores es mucho mayor y nosotros nos adecuamos a eso”.
Fernando
Azagra indicó además que “han entrado en juego algunos conceptos que en el
anterior Código no se manejaban, como los despachos colectivos, entonces
incipientes, o las nuevas tecnologías, que son herramientas que hay que saber
usar en relación con el secreto profesional, porque nos preocupa la protección
de nuestros clientes. O los cambios que han afectado a la legislación fiscal,
de protección de datos, blanqueo de capitales… normas que se han ido dictando y
que afectan al trabajo de los abogados”.
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La sala de conferencias del MICAP se llenó para escuchar a Fernando Azagra. |
El
vicedecano observó, no obstante, que se trata de “matices, aunque hay cambios
en algunos valores nuevos que aparecen, como la transparencia con la que se
quiere remarcar la información al cliente, pero realmente somos una profesión
clásica y lo que hacemos es reformular los principios que siempre nos han
guiado, muchos problemas que tenemos ahora los tenían los abogados de hace
siglos porque nuestra profesión, en el fondo, ha cambiado poco”.
Una
forma de medir el cumplimiento de las normas del Código Deontológico es a
través de las quejas planteadas por los clientes al Colegio sobre el trabajo de
los abogados. Fernando Azagra indicó en este sentido que “tenemos mucha
actividad deontológica en el Colegio pero el trabajo que se desarrolla es mucho
mayor. Hay quejas, pero en unos porcentajes ínfimos comparados con todo el
trabajo satisfactorio que se realiza. Es similar a lo que ocurre en la
medicina, por ejemplo, el cliente es muy exigente y presenta sus reclamaciones,
pero la sensación general es que los abogados, mayoritariamente, prestan unos
servicios que están muy bien valorados por la ciudadanía”.