Dejaron
en el vestuario togas y uniformes, y los integrantes de los equipos del M.I.
Colegio de Abogados y de la Policía Foral salieron al campo de fútbol del
Colegio Luis Amigó para disputar un partido de fútbol. Sólo estaba en juego la
honrilla y el resultado era lo de menos, aunque al acabar, mientras las dos
selecciones reponían conjuntamente fuerzas con un almuerzo, los abogados se
quejaban de que el marcador final no reflejara lo realmente ocurrido sobre el
terreno de juego.
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Los dos equipos posaron juntos antes de comenzar el encuentro. |
El
programa de actos del Bicentenario del MICAP, que se extendió a lo largo del
año pasado, incluyó un torneo cuadrangular en el que el equipo local se
enfrentó a los de los colegios de Madrid, Alicante y Lérida. Se lo llevaron los
madrileños y la experiencia fue tan satisfactoria que en el ánimo de todos
quedó el propósito de repetirla anualmente. Sin embargo, la dificultad de
compaginar calendarios y otras ocupaciones ha impedido en esta ocasión la
presencia de jugadores de otras regiones y han sido los agentes de la Policía
Foral, que colaboran diariamente con los abogados, los que se enfrentaron al
equipo colegial.
Junto
al capitán, Santi Iribarren, jugaron Daniel Saralegui, Mikel Armendáriz,
Enrique Laiglesia, Eugenio Arraiza, Gabriel Zalba, Óscar Pérez, Felipe
Fernández, Bernardo Ausejo, Javier Urrutia, Ignacio Muerza y Daniel Borda.
Enfrente, los policías forales que, quizás por amedrentar a los representantes de
la abogacía, salieron al campo con la equipación completa del Club Atlético
Osasuna. El árbitro era de garantías, nada menos que Eduardo Prieto Iglesias,
el único navarro en la Primera División tras la retirada de Alberto Undiano
Mallenco, que no tuvo que expulsar a ninguno de los contendientes porque fue un
encuentro en el que imperó el fair play.
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¡Dándolo todo! |