martes, 26 de diciembre de 2017

La abogacía, una vocación para los nuevos profesionales

¿Qué lleva a una persona a estudiar Derecho? Esa es la pregunta que planteamos a cuatro de las abogadas y abogados que el pasado viernes participaron en la ceremonia de bienvenida al M.I. Colegio de Abogados de Pamplona acompañados de sus padrinas y padrinos, a los que también preguntamos qué consejos les habían dado. Y lo que se deduce de las respuestas de los nuevos colegiados es que se trata de una profesión vocacional.
Teresa Leache Moreno y su padrino, José Luis Sanjurjo.


Por ejemplo, Teresa Leache Moreno dice que estudió Derecho en la Universidad Pública de Navarra “porque me ha tirado desde siempre. Mi madre también estudió Derecho, aunque no ha ejercido, y me recuerda que desde pequeña decía que quería ser como ella, cuando en casa se hablaba de cualquier asunto yo me posicionaba y sacaba mis argumentos… Siempre me ha gustado, tenía esa idea de llegar a ser abogada y además creo que he acertado eligiendo esta profesión. Espero trabajar mucho, estudiar mucho, hacer que cada caso sea especial y dedicarme plenamente  cada uno”.

A Teresa le gustaría especializarse en derecho Civil “por ser la más extensa y porque permite un trato más cercano”, y ya ha practicado la abogacía en el despacho de Sanjurjo Abogados-Ferrer Bonsoms, una experiencia de la que dice está “muy contenta. Creo que esta profesión me va a gustar y espero estar muchos años en ella”.

Su padrino, José Luis Sanjurjo, le ha aconsejado “que estudie mucho, porque es una profesión que lo requiere, y que confíe siempre en su criterio. Cuando haya una sentencia desestimatoria, que siempre la hay, que no crea que por eso su criterio ya no es válido y que no se rinda, sino que siga estudiando y peleando los casos, que sea combativa”.

También Marta Ardanaz Ansoain tenía muy claro “desde siempre” que quería ser abogada, “y al hacer la carrera me di cuenta de que era la profesión que quería ejercer. Luego, en el máster de práctica jurídica, ya viendo casos reales, me convencí definitivamente”. Estudió en la Universidad Pública de Navarra y el máster de Práctica Jurídica en Deusto, no tiene familiares que se dediquen a la abogacía y aunque ahora se ocupa de las ramas Mercantil y Civil, “en el futuro me gustaría especializarme en Penal”.
Maialen Goñi y Marta Ardanaz.

Su madrina, Maialen Goñi Flores, que hace un año también participó en la ceremonia de bienvenida a los nuevos abogados por haberse colegiado en 2016, le ha sugerido “que disfrute de esta profesión, pero que dé todo lo que pueda y más trabajando y que, sobre todo, piense en el bienestar del cliente y en defenderlo de la mejor manera posible”.

Izaskun Aldave Muro, como Teresa y Marta dice que tenía la vocación de estudiar Derecho “desde hace años, desde antes de empezar la carrera”, que cursó en la Universidad Pública de Navarra consiguiendo uno de los premios extraordinarios de fin de estudios de grado, aunque ella discretamente no hace referencia a tan importante reconocimiento. Mientras estudiaba decidió que de entre las profesiones relacionadas con el Derecho, quería ser abogada, “y ahora que ya he terminado el máster y me he colegiado, quiero iniciarme en la práctica del Derecho”.

Su padrino, Joaquín Castiella Sánchez-Ostiz, comenta que le ha pedido a Izaskun “que siga siendo tan exhaustiva con los asuntos como lo es ahora, porque especialmente al principio hay que serlo. Y que cuide mucho a sus clientes. Esos son, creo yo, los dos temas más importantes para quien comienza a ejercer”.

Rodrigo Sánchez Ruiz de la Cuesta eligió la abogacía “porque es un buen medio para ayudar y ser útil a la gente, defenderle, asesorarle… creo que el abogado debe cumplir esa labor social”. Estudió en la Universidad Pública de Navarra e hizo el máster en el IESE, en Estados Unidos y en Madrid, donde comenzó a trabajar en un despacho en casos de Derecho Penal. Ahora está en un despacho generalista “y hago un Añadir leyendapoco de todo, sobre todo Administrativo y Civil, pero también algo de Penal, de Social…”


Rodrigo ha contado nada menos que con un magistrado como padrino, su tío Rafael Ruiz de la Cuesta, titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Pamplona. Entre los consejos que ha dado a su sobrino destaca el de que siga siendo “buena persona, porque ya lo es, y que vea a sus clientes como personas y la profesión como un acto de servicio, porque cuando se ayuda a los demás y se hacen bien las cosas se consigue realmente hacer justicia”.
Izaskun Aldave y Joaquín Castiella.

Rodrigo Sánchez y Rafael Ruiz de la Cuesta.

 

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