La
abogada Elena Laporta forma parte del equipo de Womens Link Worldwide, una
organización internacional que desde 2001
realiza acciones de promoción, defensa y
litigio para impulsar los derechos humanos de las mujeres y las niñas.
Recientemente,
visitó el M.I. Colegio de Abogados de Pamplona para tomar parte en el XVII Curso
de Especialización Jurídica Contra La Violencia De Genero, donde participó en
una mesa redonda sobre buenas prácticas y doble victimización de las personas menores
como víctimas de la violencia de género, en la que también tomó parte Margarita Pérez Salazar Resano,
Magistrada-Juez del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer número 1 de Pamplona.
¿Cuál es la misión de Womens Link
Worldwide?
Somos
una organización internacional de Derechos Humanos que, básicamente, utiliza el poder del Derecho para avanzar en
el respeto, en la protección y en la garantía de los derechos humanos de las
mujeres y de las niñas, especialmente de las que sufren diferentes formas de
discriminación.
¿Cuánto tiempo lleva en funcionamiento
Women´s Link?
La
organización lleva más de una década en funcionamiento. Tenemos oficinas
físicas en Bogotá y en Madrid, pero nuestro área de trabajo es tanto América
latina como África, y desde hace relativamente poco tiempo, el este de África.
Somos conscientes de la importancia de las relaciones entre lo nacional, lo
internacional y lo regional, y precisamente por ello trabajamos en esos tres niveles
que consideramos clave para garantizar que se cumplan los derechos humanos.
¿Cuánto tiempo lleva usted en la
organización?
Llevo
un año y ha sido maravilloso, porque me ha dado la oportunidad de dedicarme a
mi vocación, la defensa de los derechos de las mujeres. Trabajamos temas muy
diferentes, organizados en tres áreas: discriminación, violencia y derechos
sexuales y reproductivos, aunque entendemos que los tres están
interrelacionados. Cuando pensamos en violencia de género por la pareja o la
ex pareja, lógicamente sabemos que la violencia de género es una de las formas
clásicas de discriminación contra las mujeres.
Gran parte de su trabajo se centra en
propiciar cambios legales que tengan un efecto directo en la vida de las
mujeres.
Efectivamente.
Nuestro trabajo es principalmente jurídico. Pero entendemos que lo jurídico
tiene que trascender las paredes de los tribunales. Los cambios no solo se
consiguen dentro de un juzgado. También se consiguen cuando generamos cambios
sociales. En ese sentido, consideramos que es fundamental que se interiorice
por la sociedad civil, que se debata, que se reflexione sobre los obstáculos
con los que se encuentran las mujeres y las niñas y sobre las mejores formas de
solucionar esa discriminación.
¿Se van produciendo cambios?
Sí.
Se han logrado muchas cosas. Por ejemplo, si pensamos en España, en los últimos
años se han logrado cambios importantes, por ejemplo a nivel legislativo, desde
que se aprueba la Ley de Violencia de Género. Lógicamente, son cambios que van
despacio, porque no se trata solo de tener normas, sino de que se interioricen
por parte de la sociedad y de los operadores jurídicos para que se apliquen en
el día a día. Tal vez ese sea uno de los retos más importantes que tenemos hoy
en día pero, sin duda, se han logrado muchas cosas.
Desde el punto de vista de los
operadores jurídicos y de las instituciones, ¿Cuál es la situación en España,
por ejemplo comparándola con la de otros países de la UE?
Creo
que en realidad no podemos hablar en este sentido de diferencias entre países,
porque todos tenemos interiorizados una serie de estereotipos de género que
muchas veces obstaculizan que las mujeres y las niñas puedan acceder a la
justicia en condiciones de igualdad. En el caso español, como comentaba, se ha
producido cambios importantes, pero es cierto que todavía queda mucho por
hacer.
Creemos
que es fundamental que se siga dando formación en materia de género, y sobre
todo formación para conocer bien los instrumentos internacionales que muchas
veces no utilizamos. Tanto los que se generan en el ámbito de Naciones Unidas ,
como los que proviene de Europa. Son herramientas muy útiles para defender los
derechos de las mujeres.
¿Qué es en estos momentos lo más
urgente?
No
es una pregunta fácil de responder. Es fundamental seguir haciendo hincapié en
la formación. Todavía hay mucho trabajo que hacer para que se incorpore la
perspectiva de género en el ámbito judicial. Y quizás abordar algunas
cuestiones que hasta ahora se estaban trabajando menos. Por ejemplo, cuando
pensábamos hasta ahora en la violencia de género, el foco se ha puesto en general en la pareja y
en la ex pareja. También sería interesante que los operadores jurídicos empiecen
a incorporar los estándares internacionales y regionales que nos dicen que hay
muchas otras formas de ver la violencia de género y también tendrían que ser
acotadas como tal.
¿Cuáles serían esas formas a las que hace
referencia?
Por
ejemplo la trata de mujeres con fines de explotación sexual es fundamental que
se aborde como una forma de violencia de género. Las agresiones sexuales que se
cometen en la calle por un desconocido, que son muchas y son muy poco visibles por
diferentes motivos, es importante que contemplen desde una perspectiva de
género. Es
fundamental también todo lo relacionado con los estereotipos que todavía
persisten, que nos impiden que las mujeres puedan acceder a la justicia en
condiciones de igualdad.
¿Qué significó para la organización que representa el
caso de Ángela González Carreño?
Es uno de los casos más
conocidos en los que hemos participado, en parte porque fue también porque fue
el primer caso que falló a favor el comité CEDAW de Naciones Unidas contra la
discriminación de las mujeres. Fue el primer fallo contra España, y el comité
consideró que habían fallado los mecanismos de protección tanto de Ángela
González como de su hija, que fue finalmente asesinada por la ex pareja. En
parte también tuvo en ese sentido mucha repercusión. Y además es un caso que se
produjo recientemente.
¿El asunto sigue en litigio?
A pesar de que el comité en
su decisión consideró que se había incumplido, no se ha indemnizado, no se ha reparado de manera integral a Ángela
González y lo seguimos litigando en la vía nacional.
¿Considera que es posible que se soluciones a corto
plazo, o habrá que esperar?
No lo sabemos. Tenemos
muchas esperanzas en los procedimientos que hemos abierto, pero es complicado.
Tenemos diversos obstáculos de distinto tipo, por parte de algunos actores se
viene considerando que los dictámenes del tribunal no son de obligado
cumplimiento y eso está dificultando mucho nuestra labor. Creemos que vamos en
cualquier caso por buen camino y esperamos que finalmente se pueda resolver
esta cuestión.