lunes, 3 de abril de 2017

Las personas con discapacidad reivindican la Convención que ampara sus derechos

El M.I. Colegio de Abogados de Pamplona acogió en su sede la celebración de una jornada sobre ‘Las personas con discapacidad ante los procedimientos judiciales. Los estándares de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad’, organizada por el MICAP e incluida dentro del programa de formación del Aula de Derechos Humanos de la Fundación Abogacía, y que contó con la colaboración de la Fundación ONCE, CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) y Plena Inclusión (Federación de Asociaciones en Favor de las Personas con Discapacidad Intelectual).

De izquierda a derecha, Alfredo Irujo, Valentín Fortún, Mariluz Sanz y Jordá Vives.
El objetivo de la jornada era conseguir que las y los profesionales de la abogacía conocieran los aspectos claves de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad como principal normativa de referencia en esta materia y como instrumento jurídico directamente aplicable e invocable, y la no discriminación en el trato que dispensan a sus clientes con discapacidad. También pretendía dotar a abogadas y abogados de conocimientos sobre qué es una discapacidad intelectual y de herramientas prácticas que les permitan garantizar a las personas con discapacidad el ejercicio efectivo del derecho de acceso a la justicia.

La presentación corrió a cargo de Blanca Ramos, decana del MICAP y de Alfredo Irujo, anterior decano y patrono de la Fundación Abogacía Española, quien recordó la labor que realiza la Fundación en el campo de la defensa de los Derechos Humanos. Valentín Fortún, presidente del Consejo Territorial de la ONCE de Navarra, pronunció unas palabras en las que además de agradecer la celebración de la jornada señaló que en España el 10% de la población –unos 4 millones de personas- sufren alguna discapacidad que en muchos casos “afecta gravemente al ejercicio de nuestros derechos”.

Mª Antonia Alonso, Jordá Vives e Inés de Araoz.

Blanca Ramos y Carolina Villa.
También intervinieron Mariluz Sanz, presidenta del CERMIN; Jordá Vives, formador en derechos de Plena Inclusión; Carolina Villa, del Departamento de Relaciones Sociales y Planes Estratégicos de Fundación ONCE, Mª Antonia Alonso, abogada de la Red de Juristas de Plena Inclusión; e Inés de Araoz, asesora jurídica de Plena Inclusión. En general, todos ellos destacaron el avance que supuso la promulgación, en diciembre de 2006, de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, porque respeta su dignidad, reconoce su libertad entendida como autonomía, defiende la igualdad de oportunidades con el resto de las personas y promueve la solidaridad frente a la beneficencia.

“De la visión tradicional de la discapacidad como enfermedad y de las personas discapacitadas como pacientes se pasa a otro enfoque, centrado en los derechos humanos”, señalaron tanto Mariluz Sanz como Carolina Villa y Valentín Fortún. Pero la presidenta del CERMIN indicó que aunque se trata de “la principal normativa de referencia”, la Convención “no ha calado y se desconoce”, y Valentín Fortún añadió que a pesar de ese reconocimiento legal de los derechos “la realidad es que su ejercicio no se concreta en nuestra vida diaria”.

Por su parte, Mª Antonia Alonso, abogada de la Red de Juristas de Plena Inclusión, ofreció algunos consejos a los asistentes sobre cómo actuar cuando tienen que defender a una persona con discapacidad. Partiendo del principio de que para lograr una buena sentencia es necesaria una buena demanda, destacó la importancia de aportar informes profesionales de las entidades de apoyo sobre la autonomía, capacidades y necesidades de apoyo de las personas con discapacidad inmersas en un proceso judicial tanto en el área de la salud como en la personal y en la patrimonial. Asimismo, advirtió de que se debe vigilar que la sentencia no afecte a los “derechos personalísimos” de estas personas, entre los que citó los de sufragio, otorgar testamento y contraer matrimonio.

Jordá Vives, formador en derechos de Plena Inclusión, es una de las personas con discapacidad, en su caso intelectual, que ha cumplido condena de cárcel y sabe muy bien lo necesario que es contar con apoyos en caso de necesidad.  Con ayuda de Inés de Araoz dijo que existen estereotipos que les perjudican cuando tienen que afrontar un proceso judicial, como que son problemáticos, violentos o que tienden a inventarse historias, lo que hace que se considere que sus testimonios no tienen credibilidad.

Vives denunció que solo está diagnosticado el 30% de las personas con discapacidad intelectual que ingresan en prisión, lo que dificulta el ejercicio de sus derechos e incluso algunos de ellos no pueden comprender la sentencia sin ayuda. Por ello, Inés de Araoz recordó que la Convención de la ONU señala que “los estados asegurarán que las personas con discapacidad tengan acceso a la justicia en igualdad de condiciones con las demás, incluso mediante ajustes de procedimiento y adecuados a la edad, para facilitar el desempeño de las funciones efectivas de esas personas como participantes directos e indirectos, incluida la declaración como testigos, en todos los procedimientos judiciales”.


También animó a los profesionales del derecho a reivindicar el cumplimiento de la Convención, que plantea que “a fin de asegurar que las personas con discapacidad tengan acceso efectivo a la justicia, los estados partes promoverán la capacitación adecuada de los que trabajan en la administración de justicia, incluido el personal policial y penitenciario”.  

 

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