lunes, 21 de noviembre de 2016

La mejora en el tratamiento de las noticias sobre la violencia contra las mujeres ha sido notable

Aunque la inacabable sucesión de noticias sobre mujeres asesinadas y agredidas pudiera hacernos pensar lo contrario, lo cierto es que la sociedad ha avanzado notablemente en el rechazo de la violencia de género, tal y como se puso de manifiesto en una mesa redonda que versó sobre el tratamiento de las noticias de estos delitos en los medios de comunicación, celebrada en el marco del XIV Curso de Especialización Jurídica contra la Violencia de Género. Intervinieron Eulalia Lledó Cunill, doctora en filología románica por la Universidad de Barcelona y experta en estudios de género y Gonzalo Ruiz Eraso, director de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Navarra fueron los protagonistas de la mesa redonda, moderada por Carmen Larramendi, abogada especializada en violencia de género.

Eulalia Lledó es escuchada por Carmen Larramendi y Gonzalo Ruiz Eraso.
Eulalia Lledó es investigadora de los sesgos sexistas de la literatura, la lengua y las noticias de prensa. Ha sido pionera en la elaboración de guías y manuales sobre el tema, por los que ha recibido numerosos premios y reconocimientos. Abrió su ponencia con una imagen impactante, era el anuncio de una línea de perfumería masculina publicado a finales de los 60 en la prensa en el que se veía, en primer plano, una joven sonriente con un ojo ennegrecido, y detrás de ella un hombre con unos guantes de boxeo. El lema que aparecía debajo de la fotografía era el siguiente: No importa lo que ha pasado. Él es un hombre y vd. lo ama. Él merece Lucky.

La ponente partió de este ejemplo para demostrar lo mucho que se ha avanzado en este terreno: “Aunque desde nuestra perspectiva nos cueste creerlo, esto no llamaba entonces la atención, era un anuncio normal y ahora lo consideramos penalizable y un canto a las agresiones. Da una medida de lo que cambian las cosas”.

Expuso asimismo varios titulares antiguos de prensa en los que se indicaba que los autores de varias agresiones mortales habían actuado movidos por los celos, y se preguntó cuantos de los asistentes a la mesa redonda no habían sentido celos en alguna ocasión sin que ello se hubiese traducido en una agresión, “lo que demuestra que cuando hay una agresión no es a causa de los celos, que es un sentimiento muy humano, muy común, sino por otra razón, y lo que se hacía era taparlo con esta pantalla”.  

Comparó el contenido del anuncio, la redacción de los titulares de las noticias periodísticas y de otros ejemplos del uso sexista del lenguaje con el tratamiento que se dio a la violación múltiple ocurrida en Pamplona durante las pasadas fiestas de San Fermín, difundida a través de noticias en las que “no se cuestionan los derechos de la mujer, su libertad para andar por la calle a la hora que le de la gana, no se considera extraño ni se le culpabiliza a la víctima por entrar en contacto con desconocidos, y tampoco se informa de cómo va vestida, porque existe mucha literatura judicial sobre cómo iban vestidas las mujeres víctimas de una violación”. En este sentido recordó que antes era frecuente que se hiciera constar que la mujer violada llevaba minifalda, que había bebido o que se encontraba en la calle a las dos de la madrugada, por lo que insistió en que se ha avanzado mucho y en la buena dirección.

Las normas del TSJN
Gonzalo Ruiz Eraso también se refirió a la violación ocurrida durante los pasados Sanfermines para indicar que, a su juicio, “la información que ha salido desde el juzgado, la ofrecida por el juez instructor a los medios de comunicación, ha sido modélica”. Ruiz Eraso explicó cómo se difunden desde el TSJN las informaciones referidas a los asuntos relacionados con la violencia de género, tanto en la fase de instrucción como en el juicio y, posteriormente, en la sentencia.

En la fase de instrucción se dan a conocer las medidas que se adoptan con respecto al detenido: si ingresa en prisión o si queda en libertad, con que tipo de medidas cautelares en su caso, “y siempre omitiendo la identidad de la víctima, por completo, y también tenemos que omitir la identidad del investigado para proteger a la víctima, porque es frecuente que haya relaciones de parentesco y no podemos difundir cualquier dato que pueda identificar a la víctima a través de la identidad del inculpado”, advirtió.

En esas resoluciones, cuando se trata de autos de ingreso en prisión, si contienen datos escabrosos Gonzalo Ruiz Eraso solo da a conocer un resumen “en el que nos ceñimos a los hechos pero, por ejemplo, no contamos el modus operandi de una violación, no damos datos de cómo se llevó a cabo el delito. Son los únicos casos en los que no damos a conocer el auto, que es lo que nos gusta por transparencia”. Todo lo que se da a conocer desde el gabinete de comunicación del TSJN cuenta con la autorización del juez instructor.

Por otra parte, no está permitido el acceso al Palacio de Justicia ni a las televisiones ni a los fotógrafos, “los pasillos no son fuente de información y se busca no intranquilizar a los testigos o a las víctimas evitando esas imágenes de las cámaras persiguiendo por los pasillos a un detenido por violencia de género o a una víctima”, precisó Ruiz Eraso.

Durante la fase del juicio oral, con autorización del juez o del presidente del tribunal ordinariamente se facilita el acceso de los medios audiovisuales a la sala de vistas para que tomen imágenes, pero en los casos de violencia de género y de agresiones sexuales la mayoría de los juicios tienen carácter reservado y algunos se celebran a puerta cerrada. Y aunque el criterio habitual en los tribunales y juzgados de Navarra es que puede autorizarse que se obtengan imágenes de los acusados de espaldas, cuando se trata de un cargo público pueden tomarse de cara. En cuanto a los testigos o las víctimas, no se les fotografía o se graba salvo que ellos mismos lo permitan. “Se nos plantea un cierto conflicto, porque tenemos que combinar la protección de la identidad de víctimas y testigos con el derecho a la información”, reconoció el ponente.

Cuando ya se ha producido la sentencia contra un agresor sexual, Gonzalo Ruiz Eraso no la facilita íntegra cuando resulta muy escabrosa, en esos casos se opta por una nota de prensa en la que se evitan esos apartados, y si no lo fuera se facilita el texto con el nombre de la víctima borrado. En el caso de que pudiera facilitar la identificación de la víctima, también se elimina el del agresor, y “también hablamos con los periodistas para que no entren en detalles morbosos y que prescindan de cualquier dato que pueda identificar a la víctima”.


Por último, el responsable de comunicación del TSJN explicó un decálogo de recomendaciones a los periodistas a la hora de informar sobre casos de violencia de género.

 

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