Trascendental. Ese es el contundente término
con el que Francisco Ortiz, oficial de Protección del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), responde al ser preguntado por el papel de juegan los
abogados en la acogida de los refugiados cuando llegan a nuestro país. Ortiz
participó en una sesión del Aula de Derechos Humanos, organizada por la Fundación
Abogacía y el ACNUR, que tuvo lugar en la sede del M.I. Colegio de Abogados de
Pamplona, e indicó que aunque Europa no ha reaccionado de la forma que el ACNUR
esperaba y deseaba ante la crisis de los refugiados sirios, “algunos estados están
empezando a dar pasos” en la buena dirección, por lo que espera que finalmente “se
acabe dando una respuesta más adecuada”.
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Francisco Ortiz, oficial de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). |
Francisco Ortiz ha desarrollado la totalidad
de su carrera en el campo del Derecho Humanitario, sobre todo en los campo de
la protección internacional y la inmigración en los que ha trabajado desde el
año 1996, primero a través de ONG’s, luego desde su propio despacho, y en el
Colegio de Abogados de Madrid, del que forma parte del turno de oficio,
especializándose en Derecho de Asilo y Extranjería. Desde junio de 2006 trabaja
en el área de Protección de la oficina del ACNUR en España formando parte del
equipo que participa en el procedimiento de asilo en España. Es autor de la ‘Guía
de actuación en la asistencia jurídica a solicitantes de protección
internacional’, que publicaron en 2011 el ACNUR y el Colegio de Abogados madrileño.
El objetivo de jornadas como la celebrada en
la sede del MICAP “es el de permitir que los abogados se adentren un poco en lo
que es el mundo de la protección internacional, del derecho de asilo, para que
puedan estar preparados de cara a su trabajo dentro del procedimiento de asilo
con la gente que pueda venir y que pueda estar en necesidad de recibir
asistencia jurídica”, explicó Ortiz.
Qué es un refugiado, qué es un beneficiario
de protección subsidiaria, qué tipo de salidas pueden tener estas personas,
quiénes son las personas que van a venir y a quienes nos referimos cuando
hablamos de refugiados, que no solo son las personas que huyen de un conflicto
bélico, también pueden ser las que sufren persecución o denegación de derechos
humanos, son algunos de los conceptos que se dieron a conocer a los asistentes
a la sesión, que también pudieron familiarizarse “con algo que es bastante
desconocido en la mayoría de los colegios: qué son y cómo funcionan el derecho
de asilo y el procedimiento de asilo, que por un lado es un procedimiento de
Derecho Administrativo pero que también contiene normas de Derecho
Internacional, lo que complica a veces el trabajo de los abogados porque tienen
el concepto de que son dos mundos separados”, según el representante del ACNUR.
El ACNUR
“El objetivo es saber cómo se puede responder
a las distintas necesidades de las personas que vienen, de África, Afganistán o
Latinoamérica, que son personas que están en necesidad de protección y que
también pueden requerir una respuesta jurídica”, insistió Francisco Ortiz,
quien precisó que el papel del ACNUR es diferente según el lugar de actuación:
“En general el mandato de ACNUR es brindar asistencia y protección a los
refugiados, pero eso se hace de distinta forma según el lugar. No es lo mismo
estar en un país vecino de otro que esté en conflicto, donde hay que montar
campamentos de refugiados, donde hay que dar toda a asistencia, alimentación
sanitaria, documentos, hay que valorar los casos de las personas… todo tipo de
asistencias, que el trabajo que se puede desarrollar en los países
industrializados, donde los estados son los que están obligados a prestar la
asistencia. En ese caso el ACNUR colabora con los estados y supervisa la
aplicación de las convenciones de las normativas internacionales, que es lo que
hace en la práctica en España”.
“El papel que juegan los abogados en la
acogida de los refugiados es trascendental para nosotros” reconoció el oficial
de Protección del ACNUR, “quizás no tanto en el caso de las personas que van a
venir ahora procedentes de Siria, que llegan con alguna información y saben que
son refugiados y que pueden acogerse a ciertos derechos, aunque luego van a
verse afectados por unas resoluciones con las que pueden no estar de acuerdo y
van a tener que recurrirlas, probablemente van a tener que necesitar el
asesoramiento de un abogado para acceder a ayudas o para conocer sus derechos
en España. Por eso para nosotros aún es más importante la labor de los abogados
con quienes llegan a España no formando parte de estos grupos porque muchos de
ellos no saben en qué consiste el derecho de asilo ni el resto de derechos a
los que pueden acogerse, pueden ser personas que ni siquiera saben que están en
necesidad de protección o que el estado puede atenderles. Y ese es el objetivo,
que los abogados dispongan de las herramientas para detectar a estas personas y
para ofrecerles el acceso a los procedimientos de protección”.
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Francisco Ortiz conversa con Blanca Ramos y Alfredo Irujo. |
Los abogados intervendrán cuando haya
problemas a la hora de recibir la asistencia que corresponde al estado y a las
administraciones autonómicas y locales, en primer lugar las condiciones de
acogida y luego el acceso a los servicios de integración, “porque los
refugiados van a tener que acudir al colegio, a los servicios de empleo o de
formación, como cualquier otro ciudadano. Al fin y al cabo, lo que hace el
abogado es defender los derechos de las personas, e intervendrá cuando un
refugiado se vea privado de su autorización de trabajo, de las asistencias que
la ley dice que debe tener o de determinadas ayudas”.
Francisco Ortiz opinó que el impacto que
ahora nos producen las noticias sobre los refugiados que huyen de Siria no será
sustituido por la indiferencia con el paso del tiempo: “Eso suele pasar en
otras crisis con desplazamientos masivos, pero en el caso del conflicto sirio
hay una diferencia muy importante, y es que están llegando aquí. En Somalia hay
una guerra desde hace muchísimos años, en Mali ha habido una guerra, en la
República Centroafricana hay una guerra de la que nadie habla, en el interior
de la República Democrático del Congo también hay una situación de conflicto… tuvimos
noticia cuando se produjeron pero se olvidan. ¿Por qué? Pues porque no llegan
hasta aquí, pero en el caso de los sirios la circunstancia es distinta porque
están llamando a las puertas de Europa para que les dejemos entrar. Se diluirá
un poco a medida que se vaya remediando la situación de emergencia que vemos
ahora, pero no parece que vaya a ser tan fácil que desaparezca, pasará de la
primera a la segunda página de los periódicos”.
La actuación de los países europeos frente a
la crisis de los refugiados sirios ha sido censurada con dureza por el ACNUR, algo
que, según el conferenciante, “ha servido para que tengan la conciencia de que
hay que hacer cosas. Es verdad que no se ha reaccionado de la forma que el
ACNUR esperaba y deseaba, la reacción no ha sido lo firme que debiera, pero se
sigue empujando a los estados para que abran vías legales que permitan venir a
la gente no a través de las pateras y pagando a las mafias, sino que les
ofrezcan visados humanitarios, que sean más flexibles para reagrupar a las
familias… y en ese sentido algunos estados están empezando a dar pasos,
esperemos que eso se generalice y que realmente se acabe dando una respuesta
más adecuada”.
Intervenciones de
Blanca Ramos y Alfredo Irujo
La decana del MICAP, Blanca Ramos, fue la
encargada de presentar a Francisco Ortiz. En su intervención reiteró el
compromiso “ineludible” de la abogacía y del MICAP con la atención y de los
refugiados y de los derechos humanos en general, e indicó que jornadas como la
protagonizada por Francisco Ortiz “sirven para conseguir que la asistencia
jurídica que se preste a los solicitantes de protección en nuestro país sea de
la mayor calidad”. Blanca Ramos advirtió que la presencia del abogado en estos
procedimientos después de las últimas directivas “es de especial trascendencia
para garantizar el buen funcionamiento del sistema”.
El patrono de la Fundación Abogacía y
anterior decano del MICAP, Alfredo Irujo, también se dirigió a los asistentes a
la jornada del Aula de Derechos Humanos para informales de la labor que realiza
la Fundación, que definió como una organización sin ánimo de lucro del Consejo
General de la Abogacía Española cuyos fines son la realización de proyectos
orientados a la defensa de los derechos humanos y la cooperación al desarrollo:
“La inspiración de toda la actividad, como no podría ser de otra manera tratándose
de una Fundación del Consejo, es la función social que corresponde a una
abogacía libre e independiente entendida como pieza esencial en la defensa de
los derechos y en el acceso a la justicia de todos los individuos sin
distinción alguna”.
Irujo añadió que la labor de la Fundación es
la de “coayudar a promover cambios estructurales y legislativos que fortalezcan
el estado de derecho que permitan a la población, sobre todo a la más
vulnerable, la defensa de sus derechos e intereses legítimos”. Los pilares en
los que basa sus actuaciones son la defensa, la protección y la promoción de
los derechos humanos, tanto en nuestro país como en cualquier otro lugar del
mundo.