Blanca Ramos, Decana del MICAP, y
Virginia Andía, diputada de la Junta de Gobierno, recibieron el pasado 10 de febrero
a Cristiana Luis, Presidenta de la ONG MUDHA
(Movimiento de Mujeres Dominico Haitianas), y a Marleni Polo, Técnico de la
organización Promoción Social Comunitaria de IDAC (Instituto de Acción
Comunitaria) para tratar sobre la privación de derechos y prestaciones básicas (sanidad,
educación, prestaciones etc.) que afecta a parte de la población de ascendencia
haitiana residente en la República Dominicana.

Sin embargo, las causas
históricas del problema se remontan hasta el año 1920, cuando la
necesidad de mano de obra en las plantaciones de caña de azúcar de la República
Dominicana produjo un gran flujo migratorio de ciudadanos de Haiti. Según explicó la directiva de la ONG MUDHA, a estos trabajadores haitianos, que fueron
contratados de forma temporal, se les pagaba sus servicios con alimento y
residencia en unos barracones ubicados a las afueras de las ciudades. Como la
contratación se alargó en el tiempo de forma indefinida, se quedaron en
República Dominicana, donde formaron sus familias, y obtuvieron la nacionalidad
dominicana. Así, los barracones, que carecían de luz y saneamiento, dieron
origen a asentamientos marginales que se desarrollaron en
zonas rurales alejadas de las ciudades.
Las dos mujeres visitaron el
MICAP en calidad de representantes de varias organizaciones de República
Dominicana que trabajan para promover un
cambio político y social que permita regularizar la situación administrativa de
estos ciudadanos, con el fin de que vuelvan a obtener la nacionalidad de la que
fueron indebidamente privados. Para ello, buscan concienciar a la sociedad de la problemática
que padece ese sector de la población dominico-haitiana, con el fin de obtener
una alianza internacional que apoye ese cambio.
Estas organizaciones también prestan
ayuda humanitaria, en especial a las
mujeres y a los niños, los más afectados por la situación, ya que al verse privados de sanidad y educación
obligatoria, se ven amenazados tanto por las enfermedades como por el analfabetismo.
Asimismo, ante la falta de recursos, se ha detectado que se muchas de mujeres
se están dedicando a la prostitución, y son víctimas de grupos organizados
dedicados a la trata de seres humanos. Además, se están detectando otros
problemas derivados de la falta de recursos,
como la rebaja de la edad en la que las
mujeres quedan embarazadas.
Las representantes del MICAP
transmitieron a las dos visitantes el completo apoyo de la institución su
causa, y agradecieron la decisión de
contar con el MICAP como canal de comunicación de la problemática que vienen
sufriendo desde hace años. Asimismo, se comprometieron a trasladar esta situación a la Fundación del CGAE, con
el objeto de que estudie la situación para poder crear sinergias y alianzas con
las que poder apoyar esta causa.