El abogado Mikel Berraondo (Pamplona,
1973) ha sido recientemente elegido para representar a Navarra en la
campaña de promoción del Año Europeo del Desarrollo. Así, durante todo 2015, pone
cara, junto a otros 18 ciudadanos, a la promoción del desarrollo y de los Derechos
Humanos en la UE, en una iniciativa de la Representación de la Comisión
Europea en España y la Oficina de información del Parlamento Europeo. Casado y padre de dos hijos, Berraondo es
socio de la consultora Rights Advice, en
la que trabaja con el Centro regional
de Naciones Unidas para América Latina como asesor de Derechos Humanos y
Derecho de Pueblos Indígenas. Además, colabora con IPES Elkartea, desde donde
apoya a ONGs y Organizaciones Indígenas en temas relacionados con su ámbito de
especialización, los Derechos Humanos.
¿En
qué consiste la campaña para la que ha sido elegido?
2015 es el año Europeo del
Desarrollo y la UE quiere dar un impulso fuerte a la promoción del desarrollo y los Derechos Humanos. La
cooperación está en un momento importante dentro de la Comisión Europea, ya que
se han creado nuevos instrumentos para favorecerla e impulsar los Derechos Humanos. Así que
la idea es acercar este asunto a los ciudadanos y darle visibilidad en toda la
UE.
Con este motivo, en España se
han elegido 19 personas, una por Comunidad Autónoma, que trabajamos en el mundo
la cooperación y que hemos tenido relación con
la UE desde distintos ámbitos. Y se está utilizando nuestra imagen para
hacer ese trabajo de sensibilización y de acercamiento de las políticas
europeas de desarrollo a la ciudadanía.
¿Lo
vive como un reconocimiento o simplemente implica más trabajo?
Es un reconocimiento,
lógicamente, y quieras que no siempre te agrada, porque en este ámbito de
trabajo generalmente es complicado tener éxitos o lograr reconocimientos. Lo
habitual es recibir amenazas, insultos o agresiones. Así que lo veo como un reconocimiento,
por parte de la UE y del Gobierno de Navarra, a 15 años de trabajo.
También me lo planteo como una
forma de devolverle a la UE un poco de lo que me ha dado. Gracias a la UE
pude hacer uno de los mejores másteres especializados que había en ese momento en el mundo, el Máster Europeo de
Derechos Humanos y Procesos Democráticos, y estudiar con los mejores profesores de
Europa en esta materia. Además, he estado muchos años trabajando como consultor
para la UE, así que es para mí una forma de devolver parte de los que he recibido.
¿Cree
que este tipo de campañas dejan algún poso en forma de resultados?
Ese es el reto. La UE ha hecho
y sigue haciendo mucho por el desarrollo de los Derechos Humanos. De hecho
ahora mismo es prácticamente la única agencia internacional a nivel europeo que
sigue teniendo una línea de cooperación que favorece los Derechos Humanos. En este sentido,
es un ejemplo a seguir, ya que en tiempos de crisis renueva sus políticas y sus
instrumentos de cooperación y sigue manteniendo una línea
presupuestaria bastante fuerte.
Estamos en un momento, en
España y en Navarra, en el que los recortes prácticamente han desmantelado el
sistema de cooperación. Es importante que esta reflexión se lleve a las
instituciones. La mayor parte de
agencias, incluido el Gobierno de Navarra, ni lo contempla en sus líneas de
financiación. Así que me parece muy
importante promover el debate en el ámbito político e institucional sobre las
políticas públicas en esta materia.
¿Qué logrará la campaña? El
tiempo lo dirá. Creo que la UE está tratando de hacer un importante trabajo interno para que los países miembro cambien sus planteamientos y
vuelvan a tener políticas activas, con líneas presupuestarias, que de alguna
manera sigan el ejemplo de Reino Unido, con la ley del 0,7.
Da
la impresión de que hay que viajar a África para defender los Derechos Humanos. ¿Qué
puede hacer en este campo un abogado que ejerce en Navarra?
Hay mucho por hacer en Derechos Humanos y
es importante la implicación de los abogados. No hace falta irse fuera. Hay
muchos temas en los que se puede trabajar. Con todo lo que está pasando en el
mundo de la Justicia, la brecha social… Cada vez es más importante que haya
abogados que se impliquen en la defensa de los sectores sociales más
vulnerables y que colaboren para mejorar el ejercicio de derechos de la
ciudadanía. Es una labor importantísima.
No es necesario trabajar de una
manera directa o a nivel internacional. Lo importante es que el abogado tenga una
sensibilidad especial hacia la promoción de los Derechos Humanos, independientemente de ideologías
políticas, sabiendo que hay todo un marco de estándares internacionales
obligatorios para los estados y las comunidades autónomas.
¿Cuáles son en España y en Navarra los temas relacionados con este ámbito de
especialización que requieren más atención en este momentos?
Hay grupos vulnerables que
pasan situaciones muy complicadas. La violencia de género es un asunto grave.
También lo es la inmigración y las situaciones de irregularidades e
ilegalidades que se establecen asociadas a ella. La Tutela Judicial Efectiva siempre es un tema
al que hay que prestar especial atención. Las hipotecas y los desahucios, que a
día de hoy tiene mucha implicación de abogados...
Además de todo esto, se puede trabajar
con ONGs en asesoría jurídica, en procesos de ejercicio de derechos, de
implementación de derechos y de acceso a
instancias internacionales de Derechos Humanos. España es uno de los países que menos
utiliza los mecanismos internacionales de Derechos Humanos y eso también es un tema sobre el que los abogados deberían reflexionar.
¿Y
en el mundo? ¿Cuáles son los temas más urgentes?
Son muchos. A mí,
particularmente, algo que me toca de cerca y que me preocupa mucho, ya que el sector
social con el que más trabajo son los pueblos indígenas, es el racismo. Y la discriminación, la violencia y la
impunidad que conlleva. Es un tema especialmente grave en todo el mundo. La
violencia de género es otro tema muy
grave. La situación de las mujeres en el mundo es
increíblemente catastrófica. Están en una situación permanente de
vulnerabilidad, sufriendo agresiones y violencia de forma constante. Además,
la pobreza y el hambre son asuntos muy importantes.
Si bien es cierto que muchos de
estos temas requieren para su solución políticas públicas, es fundamental el trabajo jurídico para generar
un espacio de reconocimiento y ejercicio de derechos, que permita acabar con la impunidad
y generar una transformación política y social en los países. Cada día tengo más claro que el
trabajo jurídico es fundamental. Si estás trabajando para acabar con la
pobreza, pero mantienes las mismas estructuras políticas, sociales y económicas que la han creado, lo que estás haciendo es un trabajo de acompañamiento,
de ayudar a sectores empobrecidos de la sociedad. Pero nunca consigues que esos
sectores salgan de la pobreza. Para llevar a cabo las
transformaciones políticas, económicas y jurídicas necesarias, es imprescindible incidir en las políticas nacionales y en
las leyes. Ahí es donde queda por hacer un trabajo jurídico importante.