La afición del abogado Juan Pablo Pereyra (Pamplona,
1975) por el pádel, le llevó a iniciar en 2003- cuando todavía
era un deporte relativamente desconocido- los trámites para crear en Navarra una
federación de este deporte, al mismo tiempo que comenzaba su carrera como
jurista en el despacho Iusfinder Abogados. A día de hoy, compagina su actividad
como letrado con la gestión de una federación que cuenta con más de 3.200 licencias, lo que hace del pádel el séptimo deporte por número
de fichas en la Comunidad Foral.
¿Cómo llega un abogado a presidir una federación deportiva?
En verano de 2003, tiempo después
de terminar la carrera, surge la necesidad de llevar a cabo la tramitación
administrativa para constituir la federación. Por aquel entonces lo había
practicado esporádicamente en la Universidad de Navarra y en el Club de Tenis, casi únicas pistas
existentes en aquel entonces. Así que
empecé a informarme sobre el papeleo, y
gracias a mi formación como abogado, sigo todo el procedimiento
administrativo (esto quitar: que tiene su complicación). En diciembre de ese
mismo año ya conseguimos la constitución provisional, que sería definitiva en
julio de 2004. Así que, comienzo de la manera más tonta, para hacer cuatro
papeles… Y hasta hoy, 11 años después.
El pádel era entonces un deporte poco conocido.
Sí. En Pamplona había por aquel
entonces diez pistas, descubiertas y de paredes de cemento, mientras que a día
de hoy y tenemos más de 200 de cristal, la mayoría indoor. En ese momento había cero licencias, y a día de hoy
tenemos, incluidas las de juegos deportivos de menores, más de 3.200. Somos la séptima federación de Navarra –de las 43
legalmente constituidas- en cuanto a número de jugadores federados. Cabe
destacar además, que de estas licencias, un 40% son mujeres, lo que hace del
pádel uno de los deportes más equilibrados en este sentido. Y de todas las
federaciones de pádel que hay en España, somos la sexta con más licencias.
Desde 2003, el pádel, ha crecido
mucho. Han surgido multitud de programas, juegos deportivos, un ambicioso plan de tecnificación
de menores, varios circuitos, tres selecciones regionales, de menores,
veteranos y absoluta. Esto me ha llevado
también a hacer de gerente de una federación en la que todavía no tenemos
ninguna persona contratada. Lo llevamos un equipo de aficionados,
repartiéndonos las funciones.
Supongo que la popularización de este deporte en Navarra hace que cada
vez tenga más trabajo.
Curiosamente, la federación me
daba más trabajo al principio, porque al empezar solo, con la ayuda de dos o
tres personas más que se fueron involucrando, te tienes que preocupar de sacar el curso de Juez Árbitro, el curso de
Entrenador, el curso de Técnico Nivel I, haces cursos de protocolo, de contabilidad, etc. ¡Lo
tienes que hacer todo! Promoción, arbitraje, notas de prensa, alimentar la
página web. Tenemos más de 400.000 visitas anuales, una cifra importante, y la
mantenemos viva un grupo de aficionados. A día de hoy, como el grupo de colaboradores se va consolidando la
carga de trabajo es más liviana.
Sin embargo, aunque en tiempo la
dedicación es menor, en preocupaciones y responsabilidades es mucho mayor. El
año pasado ejecutamos 400.000 € de gasto, de los cuales sólo un 15% es de subvención
pública. El resto viene de recursos privados: licencias, inscripciones,
patrocinios, etc. De lo cual estamos orgullosos y es la razón por la cual no
hemos estado involucrados en el plante de 41 de las 43 federaciones autonómicas
contra el Instituto Navarro de Deporte y Juventud. Hemos sido una de las dos
únicas que no se han plantado, porque nosotros no tenemos problemas económicos,
las cuentas están saneadas.
Mantener esta situación, ¿supone un gran esfuerzo de captación de
fondos?
Yo creo que es más una optimización
de recursos. Nuestra preocupación es que todos los recursos vayan al
aficionado, generar ingresos a los clubes, y por supuesto, la calidad de los
torneos, el arbitraje, el tiempo real de actualización de resultado. Y mantener
los precios bajos. La licencia deportiva cuesta 44 €. Comparada con
otros deportes, es muy baja.
¿Diría que hay puntos de conexión entre el pádel y la abogacía?
Los hay sobre todo en cuanto a la normativa. Tenemos, evidentemente, un comité de competición. Y multitud de reglamentos, como en todas las disciplinas deportivas. Gracias a Dios, solo hemos tenido que abrir tres o cuatro expedientes sancionadores por comportamiento en pista, y otros tantos por cuestiones diversas, que además se han solucionado siempre a favor de la Federación.
Los hay sobre todo en cuanto a la normativa. Tenemos, evidentemente, un comité de competición. Y multitud de reglamentos, como en todas las disciplinas deportivas. Gracias a Dios, solo hemos tenido que abrir tres o cuatro expedientes sancionadores por comportamiento en pista, y otros tantos por cuestiones diversas, que además se han solucionado siempre a favor de la Federación.
¿Se encuentra con muchos compañeros de profesión en las pistas?
Sí. Hay compañeros de profesión
que juegan realmente bien al pádel y están muy bien clasificados en el ranking oficial. Abogados y abogadas, procuradores, fiscales y
oficiales de diferentes juzgados… A
nivel aficionado también hay algunos
jueces que practican el pádel, pero no en el circuito. Por ejemplo, Joaquín
Gálvez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, es un buen
aficionado.
¿Cómo es capaz de compaginar la dirección de la Federación con el
ejercicio de la profesión?.
Mi mayor dedicación es a la
abogacía. Trabajo en Iusfinder Abogados, donde entré como pasante al terminar
la carrera, si bien tengo que agradecer a mis 7 “maestros”, que me permiten
compatibilizar las dos actividades y me dan cierta flexibilidad a la hora de
realizar labores institucionales, porque
esto conlleva muchas reuniones, ruedas de prensa, asistencia a conferencias…
Ellos se portan muy bien conmigo y me gustaría que constara ese agradecimiento
a José Miguel Gómara, Fernando Azagra, Javier Abeti, Luis Enrique López
Hernández, Rafael Martínez de Aguirre y
Jesús Mangado. En gran medida depende de ellos que yo haya podido hacer esto.
¿Se ha planteado especializarse en Derecho Deportivo?
Estoy especializado por pura
práctica. Y evidentemente, por todos los cursos del Gobierno de Navarra que ha
habido al respecto. Sí que es, sin duda, una materia en la que la práctica es la que te
da los conocimientos. Recibo muchas llamadas de compañeros de toda España, de
otras federaciones, de deportistas, de clubes… respecto a temas de derecho
deportivo. Sobre todo, de constitución de clubes, normativas, recursos,
política deportiva, relaciones con la Federación Española. También soy vocal de
la Federación Española de Pádel desde hace seis años aproximadamente, miembro
de la junta directiva…
No le dice que no a nada…
A veces, para conseguir ciertas
cosas hay que arrimar el hombro. Sí que es verdad que estos últimos dos o tres
años solo he estado por apoyar una idea, una filosofía de Federación Española
en la que creo firmemente, ya que apenas he podido ir a las reuniones. La vida
del despacho me absorbe.
Además de gestionar la Federación y practicar la abogacía, también
juega, supongo.
Sí, por supuesto, juego al pádel.
Desde el principio, yo creo que es lo que más me ha animado a seguir
organizando. Ser practicante. A veces preferiría no ser organizador para
dedicarme un poco más a jugar. Pero he tenido la suerte de estar clasificado en
el Top 10 regional a lo largo de este tiempo lo que me ha permitido estar por
clasificación automática en la Selección navarra Absoluta.
He sido un caso atípico de
presidente jugador de cierto nivel, algo que no es habitual en las presidencias
federativas.
Eso implica también dedicar tiempo a entrenar.
Efectivamente. Entrenar,
mantenerse en forma y conocer el juego. Es atípico encontrar presidentes que
sean Juez Árbitro, que sean Entrenador, que sean Monitor, que sean Técnico
Nivel I, que tengan titulaciones de Coaching… Mi actividad y mi esfuerzo formativo
han sido intensos y los disfruto muchísimo.