Miguel Martínez Monreal, en su despacho. |
Miguel Martínez Monreal compagina, desde hace
8 años, su trabajo como abogado especializado en Derecho Civil, aunque también
se ocupa de asuntos de Penal y Administrativo, con la presidencia de la
Asamblea Local de Cruz Roja de Pamplona, cargo que abandonará próximamente, y
con su labor como voluntario. Tiene 44 años y ejerce la abogacía desde 1995,
aunque ya con 16 años ayudaba a su padre, también abogado, como pasante. Está
casado y tiene dos hijos a los que ha inculcado su afición por los deportes en
contacto con la naturaleza: piragüismo, esquí, montañismo… Prendió el año
pasado la mecha del chupinazo sanferminero y dice que lo que recuerda de ese
momento es que no recuerda nada.
¿Qué le llevó a
ingresar en la Cruz Roja?
Aunque ya tenía cierta inquietud, no quise
entrar en la Cruz Roja hasta que terminé la carrera para no distraerme de los
estudios. Empecé haciendo cursillos de socorrismo y pasé a los servicios que
denominamos preventivos; Javieradas, partidos de Osasuna, asistencia en
competiciones… Poco a poco me fui metiendo en ambulancias y hasta ahora, que
llevo ya 23 años.
Pero ahora es el
presidente de la Asamblea Local de Pamplona.
Sí, sigo conduciendo ambulancias, pero hace 8
años mis compañeros me lo propusieron, se lo agradecí y les dije que me parecía
un reto tan bonito e interesante como complicado. Acepté y al finalizar los
cuatro años de mandato me lo volvieron a proponer, yo nunca me he presentado, y
volví a decirles que sí, pero con la condición de que no me lo plantearan de
nuevo. La verdad es que han vuelto a hacerlo y tenido que recordarles la
condición que puse hace cuatro años. Es que me parece que las personas que se
asientan durante mucho tiempo en un cargo, y más de ocho años lo es, se
acomodan y dejan de ser prácticos y eficaces y es conveniente que haya una
renovación. Pero voy a seguir siendo voluntario.
¿Qué destacaría de la Cruz Roja?
Lo que me gusta de la Cruz Roja es que se
trata de una institución universal, eso me enorgullece porque nosotros
trabajamos al servicio de Pamplona y sus ciudadanos, pero Cruz Roja también
trabaja en Madrid, Uganda, Haití, Irán, Irak… está presente en cualquier punto
del mundo. Es una institución que, por su propio carácter, puede ir y es
acogida en todas partes. Hay otras que por tener una cierta connotación
política están vetadas en algunos países, pero Cruz Roja ha sabido mantenerse
durante 150 años neutral e independiente, eso le permitió entrar en las cárceles
de Camboya cuando estaban los Jemeres rojos, o ser la única organización
humanitaria que está presente en Siria… Sólo el hecho de ser un diente del
engranaje de esta institución me enorgullece, el poder ir con la ambulancia a
ayudar a una persona ya es para mí suficiente motivo de satisfacción, me
reconforta, que es lo que buscaba cuando llegué a la Cruz Roja.
Además es una
institución muy presente en algunos de los eventos más populares y enraizados
en la sociedad pamplonesa y más representativos de Navarra. Sus voluntarios
están en los encierros de San Fermín, en El Sadar, en las Javieradas… lo que en
cierta forma es un reconocimiento a la eficacia de su labor.
Reconforta que te dejen participar en ese
tipo de eventos, porque evidentemente no puede hacerlo cualquiera, pero también
el saber que has aportado algo para conseguir que esta organización se haya
hecho grande.
![]() |
Miguel Martínez momentos antes de lanzar el Chupinazo. |
Y también es un
reconocimiento, posiblemente el más grande que puede recibir un pamplonés, que
le encomienden lanzar el chupinazo sanferminero. ¿Cómo recuerda aquél momento?
Pues casi con más emoción que en ese momento,
con más cariño. La verdad es que aunque pueda parecer un poco chulesco no me
puse nervioso. Hombre, me alteró la vida normal desde el 18 de marzo del año
pasado, que es cuando nos hicieron la propuesta de que fuera Cruz Roja quien
tirara el Chupinazo, pero el día 6 como estaba en el Ayuntamiento desde las 10
de la mañana rodeado de periodistas que me entrevistabais, me hacíais
fotos, me tuvisteis tan entretenido que
cuando me dijeron ¡hala, al balcón! no había tenido tiempo de ponerme nervioso.
Y lo que si recuerdo de cuando salí al balcón es que no recuerdo nada, pero
nada, es un momento en el que te absorbe tanto la situación que no tengo una
memoria visual de aquello. Tuve que ver los vídeos para enterarme de que cuando
sale volando el cohete grité y salté con los brazos en alto, la primera vez que
me vi me moría de vergüenza, porque no soy una persona a la que le guste
exteriorizar mis emociones. Y claro, que de manera pública te vean por todo el
mundo pegando saltos como un loco cuando te gusta ser una persona discreta
pues…
¿El perfil de un
abogado es útil para dirigir una institución como la Cruz Roja?
Puede ser. Yo creo que sí, porque lo que
hacemos los abogados es intentar defender al perjudicado, y la Cruz Roja trata
de salvar esas carencias que tiene la sociedad y cubrir esos aspectos que los
organismos públicos no pueden atender. Un abogado está dispuesto a ayudar a
quien está en una mala situación, como generalmente en el ámbito penal es un
detenido, abstrayéndose de su propio criterio, y algo así ocurre con los
voluntarios de Cruz Roja. Cuando me hacen la pregunta de si defendería a un
violador yo respondo que será una mejor o peor persona, pero que tiene sus
derechos y los defenderé con una entrega total, y cuando estoy con la
ambulancia de la Cruz Roja no me preocupo de si el que estoy atendiendo es una
buena o mala persona, sino que es alguien que tiene una necesidad y se la
intento cubrir. No es sólo un buen perfil para dirigir la institución, sino
para formar parte de ella.
¿En Pamplona hay
más abogados que sean voluntarios de Cruz Roja?
Tenemos un departamento que se dedica a la
intervención social y que gestiona una bolsa de empleo, y ahí sí que tienen
cierto asesoramiento legal, también en el tema de acogimiento de inmigrantes y
de extranjería, aunque ha bajado bastante la demanda. Pero como voluntario en
lo que denominamos socorro y emergencias yo soy el único abogado. Hay también
otros abogados que colaboran en cuestiones relacionadas con el ámbito jurídico.
Invito a todo al que tenga cierta inquietud de trabajar por la sociedad, sea
abogado o no, a que nos visite, porque seguro que va a encontrar en Cruz Roja
un departamento o una labor para canalizar esa vocación.
Desde ese puesto
de responsable de la Cruz Roja de Pamplona supongo que habrá tenido que
enfrentarse a situaciones ante las que haya exclamado “a esto no hay derecho”.
Hombre, tienes tu criterio personal, pero
cuando estás representando a la institución no enjuicias, como muchas veces
tampoco lo haces desde la perspectiva del abogado. No enjuicias si al violador al
que defiendes por turno de oficio o como abogado particular es o no culpable,
sino que vas a intentar buscar
una sentencia ajustada a su situación. Y en el caso de la Cruz Roja, imagina que
tengo que atender una situación de malos tratos y una ambulancia anterior se ha
llevado a la víctima y a mí me toca trasladar al maltratador. Yo no voy
tratarle mejor ni peor por lo que ha hecho, lo trataré de la forma adecuada
porque es una persona. Por eso no te planteas si hay derecho o no hay derecho a
que se produzca tal situación, sino si esta persona necesita que yo le ayude,
que es lo que haré. Ya vendrán otros a juzgar.
![]() |
Durante la evacuación de un herido en el encierro. |
Llevar bien la
defensa de un caso complicado es difícil, pero también lo tiene que ser
organizar el dispositivo de Cruz Roja para los encierros…
Yo tengo claro que es más compleja la defensa
de un caso complicado. ¿Por qué? Pues porque los encierros, y los Sanfermines
en general, es algo que ya lleva muchos años de rodaje y hay mucha más gente
colaborando y se reparte la responsabilidad de la organización del dispositivo.
Pero un caso que tienes que defender en el Juzgado es mucho más complicado, mi
padre me transmitió, y yo también así lo pienso, que para defender algo de
manera adecuada te tienes que creer que lo que estás diciendo tiene sentido. Lo
otro es una cuestión de pura logística, eso lo pongo aquí y aquello allá, no
hay que enjuiciar nada…
¿En qué ha
cambiado la Cruz Roja de Pamplona durante los ocho años que la ha dirigido?
¿Qué balance hace de su mandato?
Eso tendrían que decirlo mis compañeros…
aunque sí nos trazamos un objetivo muy claro para estos ocho años: dotar a la
Asamblea de Pamplona de una personalidad específica. Muchas veces se confundía
con lo que es la Autonómica, y a veces los voluntarios de Pamplona no sabían
muy bien si estaban hablando de Pamplona o de la Autonómica. Yo buscaba, porque
de esa manera arraigaríamos más a la gente, que los voluntarios de Pamplona
tuvieran ese sentimiento de ser los voluntarios de Pamplona, y creo que se ha
conseguido que tengan esa conciencia. Por otra parte, hemos logrado mejorar la
interlocución con el Ayuntamiento, que es la institución con la que tenemos un
contacto más directo, porque en esa confusión antigua había una pérdida de
referentes, ahora saben con quién tienen que hablar.
No ha tenido
suerte, su mandato ha coincidido con la crisis. ¿Se ha traducido eso en menos
recursos para atender a más gente?
Cruz Roja intenta autofinanciarse y gracias a
eso hemos ido reducido nuestra dependencia de las subvenciones públicas, porque
con esta situación de crisis íbamos a salir perjudicados. Hay vías
alternativas, los sorteos de lotería, cuestaciones como la del Día de la
banderita… Lo hemos conseguido y ahora mismo Cruz Roja utiliza recursos propios
para pagar el kit escolar, que entregamos a principio de curso a los chavales
que están en riesgo de exclusión social, o los lotes higiénicos, ropa y
alimentos que damos a familias… Es cierto que hemos notado un incremento
evidente de las personas a las que asistimos, y también en las ayudas para
retorno voluntario de emigrantes que desean volver a sus países de origen,
aunque este año ha descendido algo la demanda.
El apoyo social
parece evidente…
En general sí, hombre, siempre hay alguno que
por lo que sea se siente defraudado y nos lo recrimina, pero la gente nos apoya
cuando se lo pedimos, el Día de la banderita por ejemplo.
¿Y las
instituciones apoyan?
Sí, sí, sin duda. Somos un recurso de apoyo a
la ciudadanía, tenemos nuestros canales de actuación en colaboración con las
instituciones, y ellas colaboran con nosotros.