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Reflexiones para tomar conciencia del uso de mensajería instantánea desde nuestro despacho
Pamplona, miércoles, 21 de mayo de 2014
Etiquetas: abogacía, Colaboradores, Tecnología
Por Lourdes Oroz, abogada del MICAP.
Podríamos comenzar estas reflexiones pidiendo que levanten la mano aquellos que no tienen un teléfono inteligente o smartphone, y aquellos que no hacen uso de la herramienta denominada Whatsapp o de cualquier otra herramienta de mensajería instantánea; es probable que algún compañero no haga uso de la herramienta, pero la inmensa mayoría lo utiliza de forma habitual.
La utilización en sí no es buena ni mala, todo dependerá de para qué lo utilicemos y del contenido que le queramos dar.
Recientemente, en el evento organizado por la Comisión de Nuevas Tecnologías, “Comes o debates”, se habló y se aportó por parte del ponente, Ion Turrillas, información que debemos conocer para hacer uso de las mismas con pleno conocimiento y toma de conciencia de los riesgos que su uso, desde el plano profesional, puede tener para nuestro despacho.
En la página web del Colegio, están a disposición de todos los consejos e información aportados, tanto para el uso de este tipo de herramientas, como otras advertencias y ejemplos de imprudencias en el uso de Internet.
Curiosamente, y ello debido a la trascendencia del uso de estas herramientas, desde Red Abogacía, el pasado 30 de abril se presentaba un artículo sobre el uso de la mensajería instantánea.
Este artículo ha coincidido en el tiempo con la realización de tres post, durante el mes de abril, que con un gran nivel de detalle e información han sido realizados por José Luis Sáez de Argandoña Vázquez, director de división de la consultoría de seguridad de Global Factory, en la web de la asociación Pribatua,
Este interés por valorar los riesgos del uso de estas herramientas, tiene referencias anteriores a las indicadas; el Colegio de Abogados de Sabadell, solicitó a la Autoridad Catalana de Protección de Datos un dictamen en relación con la consulta de un Colegio de Abogados, sobre el uso de las aplicaciones Whatsapp y Spotbros en el ámbito profesional de las relaciones entre abogado y clientes. Para posteriormente, en julio de 2013, hacer saber a todos sus colegiados que desaconsejaba el uso de estas herramientas y en concreto WhatsApp entre abogado y cliente, para un mayor conocimiento pongo el enlace a la página web del Colegio.
“El Dictamen elaborado por la APDCAT desaconseja el uso corporativo no sólo de WhatsApp sino también de la aplicación Spotbros, de características similares. La Comisión de Informática y TIC del ICASBD ha constatado la proliferación de aplicaciones de mensajería instantánea y alerta que la mayoría no cumplen con las medidas de seguridad exigidas". Jaume Rocabert recuerda que "es preferible que los abogados utilicen el e-mail con medios de protección cripotgráficos u otros medios seguros para comunicarse con sus clientes antes de aventurarse a utilizar medios inseguros".
Todas las referencias presentadas, así como muchas más que no he indicado, llegan a la misma conclusión: no es seguro ni recomendable hacer uso de estas herramientas para las relaciones entre cliente y abogado; evidentemente no hay mayor problema en fijar una cita para un día y una hora, pero bajo ningún concepto es aconsejable remitir información de interés para la defensa de nuestro cliente.
Me permito poner, a modo de conclusión, la indicada en su tercer post por José Luis Sáez de Argandoña Vázquez, al tiempo que aconsejo la lectura por la didáctica de su exposición y por la aportación de elementos que para la gran mayoría nos son desconocidos.
“CONCLUSIÓN:
Téngalo en cuenta. WhatsApp no es seguro. Definitivamente. Algunas personas son de la opinión de que si lo usa para su trabajo, no está usted actuando con buen criterio; pero, si además intercambia datos confidenciales por este medio, debería usted ser despedido por poner en riesgo la información sensible de la compañía. Así de radical.
A través de este artículo he tratado de ofrecerle varias advertencias y consejos; pero, aun así usted será el único responsable de lo que le ocurra. Ahorrar en llamadas y mensajes, depende de cómo lo haga, a la larga le puede salir mucho más caro. Y, tal vez, ni se entere… porque lo último que hacen los espías es reconocer que le han espiado.
Para terminar, un último consejo: en caso de que usted mismo o alguien a quien conoce hubiese sido víctima de algún fraude, estafa o delito, a través del correo electrónico, comuníquese de inmediato con las autoridades correspondientes:
Sección Central de Delitos en Tecnologías de la Información (SCDTI) de la Ertzaintza.
Grupo de Delitos Telemáticos (GDT-UCO) de la Guardia Civil.
Brigada de Investigación Tecnológica (B.I.T.) de la Policía Nacional.”